martes, 27 de marzo de 2012

REYES / FARAONES DINASTIA XIX

Hay un total de ocho reyes en esta dinastía, aunque sólo destacaron los cuatro primeros. Después, la monarquía egipcia comenzaría a perder poder e influencia internacional. Nunca más recuperaría aquella situación privilegiada.
Los nombres que figuran a continuación son los helenizados, los más comunes, seguidos de las transcripciones en castellano de sus títulos: el Nombre de Trono  o de Nesut-Bity, y el Nombre de Nacimiento o de Sa-Ra, los más utilizados por estos faraones en inscripciones y monumentos.



Ramsés I, Menpehtyra Ramsés
Chaty (visir) del último faraón de la Dinastía XVIII, Horemheb. Siguió todos sus preceptos y continuó la lucha en la frontera siria. Gobernó cuando era de avanzada edad, y sólo reinó un año y cuatro meses. Por ello eligió como corregente a su hijo y futuro sucesor para asegurar mejor los cimientos de la nueva dinastía.


Seti I, Menmaatra Sethy
Hijo del anterior. Es uno de los grandes faraones de la historia, y sus 16 años de reinado sirvieron para recuperar la mayoría de las colonias perdidas por Ajenatón. También fue una época de grandes construcciones, como el fabuloso templo de Abidos. Egipto recuperó gran parte del oro perdido.




Ramsés II, Usermaatra Ramsés
Hijo del anterior, quizás el faraón más famoso de la Historia Egipcia. Tuvo un reinado excepcionalmente largo (67 años). A lo largo de su larga vida lucho para que Egipto mantuviera su imperio. En la célebre Batalla de Kadesh contra los hititas que acabó en tablas, firmó un buen tratado de paz, finalizando así una enemistad que duraba siglos. Fue el monarca que más actividad constructora registró, ampliando como nunca todos los templos del país, y creando algunos más, como el bello Abu Simbel, incluso fundando una nueva capital en el Delta, Pi-Ramsés.




Merenptah, Baenra Merenptah
El largo reinado de su padre hizo que llegara al poder, ya que sus hermanos mayores habían muerto, y subió al trono demasiado mayor. Intentó mantener la situación, más o menos próspera. Gobernó unos diez años, en los que hubo la primera oleada de ataques de los Pueblos del Mar, que sólo a duras penas
consiguió rechazar.





Amenmeses, Menmira Amenmeses
Hijo o nieto del anterior. Se sabe que reinó en torno a cuatro años, pero parece ser que fue un usurpador del legítimo rey, y que gracias a la connivencia de los sacerdotes de Amón en Tebas, tuvo gran influencia por todo el Alto Egipto. Comienza a perder poder la dinastía.






Seti II, Userjeperura Sethy
Hijo de Merenptah y posible padre de Amenmeses. Gobernó por espacio de seis años, quizás algo más, y como el resto de reyes del final de esta dinastía, apenas salió de la capital Pi-Ramsés. En sus tiempos el Imperio Hitita comenzó a desmoronarse también, pero no hizo nada por su ahora aliado, y se cree que tenía bastantes problemas internos como para poder demostrar fortaleza de espíritu.



Siptah, Ajenra Siptah
Se desconoce su filiación. Quizás fuese hijo de Amenmose, pero se sabe que no fue un usurpador. Fue otro rey-niño, y como Tutankhamón cien años antes, también fue manejado por alguien más poderoso que él que acabaría sucediéndole. Al parecer, sufría de una grave cojera en la pierna, lo que sin duda le incapacitó para ejercer eventuales acciones militares. Murió a causa de una enfermedad tras unos seis años de reinado.



Tausert, Sitra Tausert
Reina-faraón. Se estima que reinó en torno a ocho años, pero se ignora si se contabilizan los seis de corregencia con Siptah (parece ser que la hubo, como en el caso de Hatshepsut y Thutmose III). Ordenó destruir las referencias a Siptah y sustituyó en todos los textos su nombre por el de Sethy II, su difunto marido. En su época llegó la anarquía y se llega a hablar de un fantasmal faraón de presunto origen sirio. El problemático reinado de Tausert fue bruscamente sustituido por la llegada de más sangre de origen ramésida con Sethnajt, fundador la dinastía XX . Sería la última y más débil de las casas reales del Imperio Nuevo, que veía acelerar su caída.

 

martes, 20 de marzo de 2012

Cultura Egipcia - MEDICINA

La medicina egipcia se enseñaba en las "casas de la Vida" adjuntas a los templos. En ellas se realizaban los cuidados especiales a los enfermos y se formaba especificamente a médicos por medio de prácticas controladas por los sacerdotes, prácticas que luego ejercian con la clientela.

La medicina egipcia es una de las más antiguas, ya que el Papiro de Kahun del año 1900 a.C. revela conocimientos médicos de larga evolución  de hasta 3000 a.C.
Los egipcios se dedicaron a estudiar el porqué estaban enfermos y porqué se morian, pretendieron curar las enfermedades e intentaron sanar usando la magia y algunos medicamentos vegetales; tomaron nota de las plantas que causaban enfermedades, mataban o curaban.

Los conocimientos de la medicina Egipcia, nos han llegado a través de los Papiros médicos, que llevan el nombre de sus descubridores, el lugar de donde fueron encontrados o de los museos donde se encontraron.
Una buena fuente de información sobre medicina fue también el estudio sobre las momias y restos humanos en los que por estudios de Paleodiagnóstico, se conoce de las enfermedades que padecieron y permiten deducir las causas de la muerte de estas momias, se han estudiado las secuelas de fracturas, así como el dibujo de herramientas, instrumentos encontrados en los antiguos sepulcros y templos.

Los embalsamamientos  no estaban relacionados con la medicina, pero demostraron conocimiento de anatomía, ya que manejaban las vísceras, el contenido del cráneo y el corazón que era el centro del sistema de la vida, el curtido de la piel, los vendajes y la forma de conservar las momias.



Son casi doce los papiros encontrados y descifrados, en unos describe recetas y fórmulas mágicas de contenido médico, otros enseñan Ginecologia y Obstetricia, otros describen los conocimientos cardíacos, "El Libro del corazón", otros sobre  enfermedades de los ojos. Pero los papiros más importantes son los estudiados por George Ebers y Edwin Smith que revelan importantes y útiles datos para documentar la medicina en el Antiguo Egipto.


Papiro Ebers (1550 a.C.) es considerado como un tratado de Medicina, Ginecología e Higiene, donde hay gran cantidad de esquemas de anatomia y fisiologia del corazón y de los vasos. Describen los 48 vasos que van a todo el organismo, estudia el tracoma y hace referencia a siete mil sustancias medicinales, ochocientas fórmulas con datos cuantitativos de los compuestos, ya que los egipcios fueron grandes alquimistas

Papiro Edwin Smith es de contenido quirúrgico, contiene una precisión en sus descripciones y detalles de las afecciones quirúrgicas: heridas, fracturas óseas, luxaciones, quemaduras, abscesos, tumores que se pueden producir de la cabeza a los pies, descripción de mucho instrumental quirúrgico. Este papiro es considerado como un tratado de Cirugia de Urgencia.


Papiros de Grapow y Deines se relata el desarrollo de la farmacia, hasta setecientos medicamentos en la preparación de remedios y perfumes; existian los alquimistas, que buscaban la "Piedra filosofal" la sustancia mágica para curar las enfermedades y rejuvenecer a las personas, aumentar la potencia sexual y la inmortalidad, buscaban lograr oro de los metales. Los egipcios fueron destacados farmacólogos y entre los remedios más usados se menciona: la cebolla, ajos, miel, cerveza, higos, semillas de lino, mirra, aloes, azafrán, opio y lechuga. El uso de purgantes era muy frecuente.


Los médicos egipcios estaban organizados, eran famosos y respetados tanto en su pais como en Grecia y Mesopotamia. Existia en su organización sanitaria el título de Jefe de los Médicos. Los egipcios llamaban a los médicos Sun-Nu, que significa "el hombre de los que sufren o están enfermos" y en sus diagnósticos mezclaban la ciencia y la magia. Los médicos egipcios determinaron y aprendieron las especialidades, y se dividieron de la siguiente forma:
Suno: Médico general.
Suno-Ir: Oculista.
Sehedy-Suno: Inspector médico.
Suno-Generet: Médico del trabajo.
Sa-Hermen: El que hace cauterizaciones.



La asistencia sanitaria era gratuita, el estado pagaba a los médicos, que tenian que utilizar y cumplir con un protocolo, anotando el aspecto del paciente, estado de conciencia, poder auditivo, olor del cuerpo, escalofrios, aspectos de las secreciones, orina, flema especificando el aspecto, los edemas, la tempeeratura y alteraciones del pulso, es decir... prácticamente una historia clínica del paciente.
Habian tres categorias de médicos:
  1. Los que practicaban una terapéutica medicamentosa.
  2. Los cirujanos llamados también "Sacerdotes de Sachemet" (diosa con cabeza de león, madre de Imhotep).
  3. Los magos o conjugadores de enfermedades.
En el Antiguo Egipto las leyes sanitarias eran muy estrictas, la higiene era escrupulosamente cumplida, habia ordenanzas médicas de vigilar las aguas, no solamente para la limpieza de los vivos sino también para la higiene mortuoria.

Dioses relacionados con la medicina egipcia:

  • Imhotep: Vivió en el 2700 a.C., genio polifacético, visir del faraón Zoser (2700 a.C.), arquitecto, constructor de la pirámide de Saqaara y del templo de Edfu, poeta, escriba, deificado después de su muerte y finalmente Dios de la Salud de Egipto.
  • Isis: Diosa de la Salud.
  • Seth: Hermano de Isis, llamado el maligno, causante de las enfermedades.
  • Thoth: Fuente de todo conocimiento y médico de Dioses.
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La Oftalmologia se desarrolló extraordinariamente, ya que las enfermedades de los ojos eran muy frecuentes "Oftalmia del Desierto" conocida hoy como Tracoma endémico.

    domingo, 4 de marzo de 2012

    Los sucesores de AmenHotep IV
    Fin del Cisma Amarniense

    Con el reinado de los siguientes faraones se da fin al Cisma Amarniense y se completa la Dinastía XVIII.

    Nefertiti. Algunas hipótesis sustentan que tras la muerte de su marido en el año 1362 a. C., Nefertiti continuó fiel al culto de Atón, en medio de la reacción conservadora que, en poco tiempo, condujo a la restauración de la religión tradicional y del poder de la casta de los sacerdotes de Amón.

    Semenejkara. Parece ser también que la desaparición de Nefertiti coincide con un cúmulo de hechos que sacudieron a la familia real entera:

    La desaparición de la otra esposa de Akhenatón, Kiya, 
    El ascenso de la princesa Meritatón a gran esposa real y 
    La aparición de la fantasmal figura de Semenejkara (el nuevo corregente del faraón).

    Muchos han querido ver en todo esto el último ascenso de Nefertiti en el poder, pasando de reina-faraón a un faraón masculino. Se suprimiría la posible competencia de Kiya (quien caería en desgracia por causas desconocidas) y dado que todo rey necesita una gran esposa real, ¿quién mejor que Meritatón para sustituir a su madre, ahora rey?

    Meritatón. Nació en Tebas, la mayor de las hijas de Akenaton y Nefertiti, y fue criada en Aketaton. Aproximádamente en el año 12, se casó con su padre, ya que, presumiblemente, éste quería lograr la pureza de sangre casándose y teniendo descendencia con algunas de sus hijas.
    Merit Aton siguió ostentando el título de Gran Esposa Real, durante la corregencia de Nefernefruaten, supuestamente Nefertiti en los últimos años de vida de Akenaton.
    Cuando Nefertiti desapareció de la vida política y social, Merit-Aton la sucedió. (1.338-1.336 a.C.)
    Durante varios años es corregente con Semenejkara, su supuesto marido, aunque, según algunos historiadores Semenejkara fuera la misma Nefertiti.
    Más tarde, Merit-Aton fue coronada rey, por derecho de sangre, con el nombre de Anket-keperu-Ra Merit-Aton.
    Murió en Amarna, el lugar de su enterramiento se desconoce, aunque se especula con que su momia puede ser la que apareció en la tumba kv55, en un sarcófago que, en un principio, se creyó de Kiya.

    Tutankhamón. El breve reinado de Semenejkara en solitario, fue pronto sucedido por Tutanjatón, más conocido bajo el nombre de Tutankamon, quizás el hijo de Akhenatón y la desdichada Kiya. Se casó con la tercera hija de Nefertiti, Anjesenpaatón. La real pareja debía ser relativamente joven. Algunas teorías sostienen que Nefertiti, que aún vivía, aunque ya privada de la corona, habría influido sobre ellos. Si la teoría fuera cierta, esta influencia, y probablemente su propia vida, acabó en el tercer año del reinado del faraón Tutankhamón, en 1331 a. C. Ese año fue en el que el faraón renegó del culto “monoteísta” de su padre y manifestándose como partidario del culto de Amón. A la vez, la familia real dejó la ciudad de Amarna y restituyó la capital en Tebas.

    Ay. Un auténtico animal político que había sido capaz de sobrevivir a cuatro reinados diferentes siempre en la cima, hasta que consiguió ser coronado faraón ya en su vejez. Al parecer Ay era el padre de la reina Nefertiti, pero pese a estar emparentado con los llamados "herejes de Amarna" salió airoso de cualquier conjura y antes de ser coronado era ya el visir del rey-niño Tutankhamón, una marioneta suya.

    Al subir al trono Ay había pactado con su principal rival, el general Horemheb, que a su muerte él le sucedería, por lo que para ello debería casarse con Mutnedymet. Es de suponer que a esas alturas la mujer ya debía de haber alcanzado, al menos, la treintena, por lo que también su descendencia se veía complicada dada la época.

    Horemheb y Mutnedymet (Hermana de Nefertiti) . Atado y bien atado el asunto de la sucesión, no hubo ningún problema cuando Horemheb fue faraón y se casó con Mutnedymet, ascendida al rango de Gran Esposa Real. Mas el nuevo rey ya nada tenía que ver con la ancestral dinastía XVIII, y gobernó con mano de hierro el país, borrando de él toda huella de sus inmediatos antecesores, los protagonistas del "Cisma de Amarna".

    Horemheb y el clero. Horemheb, devoto de Horus, restableció la alianza de la oligarquía y el ejército con los sacerdotes de Amón, posibles aliados en su ascenso al trono, devolviéndoles algunos privilegios, y comenzándose a planificar la destrucción de Ajetatón, la capital erigida por Ajenatón, misión que realizarán faraones posteriores.
    A su muerte, tras 28 años de reinado, le sucedió Ramsés I, general de confianza, con quien dará comienzo la dinastía XIX.

    LA POLÍTICA EXTERIOR DE AMENOFIS IV

    Durante muchos años se creyó que Amenofis IV (Ajenatón) era el responsable del derrumbamiento del Imperio Egipcio en Asia. Se aducía al testimonio  de la correspondencia diplomática de El-Amarna en la que aparecen los reyezuelos locales pidiendo ayuda a la corte contra los enemigos del imperio sin que la recibieran en la mayoria de los casos.
    Ajenatón fue capaz de mantener el statu quo en los territorios conquistados de Canaán y Libia, Aunque la destrucción de los restos de su reinado no ha dejado muchos  documentos de política exterior, la correspondencia con otros reyes coetanos guardada en los archivos de éstos, muestra su actividad diplomática, aunque probablemente delegara muchas de sus obligaciones en sus colaboradores.

    Debido a la política exterior que sus antecesores llegaron a formar el sistema de alianzas entre los estados de Babilonia, Mitanni, Asiria, Hati y Egipto, implicaba un mantenimiento statu quo internacional, posibilitando un gran entramado de relaciones diplomáticas. En estas relaciones, el trato que se dan entre los reyes son de "hermano".
    En los estados vasdallos o dentro de la esfera de influencia egipcia, el trato era mucho más servil, siendo el faraón tratado como "Mi Señor" de forma habitual.
    Ajenatón mantuvo el sistema de alianzas heredado de su padre, Tutmosis. Los reyes aliados ofrecian amistad y alianza a cambio de oro faraónico y los estados vasallos imploraban atención de parte del faraón para recibir recursos o ser beneficiados y conservar el poder.
    Este equilibrio se mantuvo durante el reinado de Ajenatón, aunque con tendencia a desestabilizarse por la belicosidad y poderio que estaba adquiriendo Hati, que habia empezado a atacar el reino de Mitanni, que inutilmente pidió auxilio a Egipto. El liderazgo que alcanzó el reino hitita llevaría una serie de confrontaciones bélicas entre Egipto y Hatti que se prolongarian desde el gobierno de Tutankamón hasta el de Ramses II, quien firmaria una paz duradera estableciendo un nuevo statu quo internacional.






    Tablilla con escritura cuneiforme que pertenece a las tabletas que conforman las Cartas de Amarna; se trata de un mensaje del rey Tushratta de Mitanni al faraón Amenhotep III, padre de Ajenatón, sellando una alianza entre ambos países con el compromiso matrimonial de la princesa mitanni Tadukhipa. Es uno de los primeros registros históricos que reflejan la existencia de relaciones diplomáticas en la antigüedad.