El rey se proclama "urmaa", gran vidente y se afirma como jefe directo del culto, lo que desposee al Gran Sacerdote de Amón de sus prerrogativas.
El faraón populariza la doctrina de Heliópolis, adoptando una simbología propia y suprimiendo dioses intermedios (La Gran Enéada).
Amón pierde su cualidad de dios dinástico. Amenofis IV abandona Tebas (Amón era su dios local) y construye una ciudad (El-Amarna). La religión de Atón se empieza a propagar incluso por medios violentos.
La doctrina de El-Amarna se consolida como monolatría (henoteismo) militante, cuyo dios principal es Atón y su profeta el faraón Akhenatón (el elegido de Atón)
El gobierno del Estado se democratiza al no conservar la oligarquía sus posiciones tradicionales.
Los altos cargos de la administración son reemplazados por nuevas personas que tienen mas competencias y funciones, ya que se suprimen las funciones paraestatales de los sacerdotes de Amón. Se reorganiza la burocracia que es dirigida con rigor por el mismo faraón.
La corte es de origen cosmopolita, el faraón confía altos cargos a personas de origen asiático. Egipto abandona su política de conquista y comienza una era diplomática de aspiraciones pacíficas y de colaboración con los distintos pueblos.
Ciudades imperiales son fundadas en Nubia y Palestina en un intento de hacer penetrar las nuevas ideas políticas y religiosas en Asia
Por todo lo expuesto, las implicaciones sociopolíticas de la reforma amarniense fueron las siguientes:
- El clero de Amón pierde su posición preeminente en el Estado.
- El clero de Heliópolis, al principio favorable a Amenofis IV, se aleja de él.
- Los cultos y dioses locales son prohibidos (aunque fue inútil esta prohibición).
- Se generaliza la oposición a Amenofis IV.
- Los bienes de los templos son secularizados.
- La clase sacerdotal desposeída de sus bienes pierde su función política
- La oligarquía, privada de los grandes recursos económicos de procedencia sacerdotal, ve desaparecer su prestigio y poder.
- El faraón concibe a Atón como dios universaal, que extiende sus beneficios a todos los hombres.
- Atón se convierte en dios de todo Egipto y ante su doctrina desaparecen los cultos nacionales.
- Un solo dios supremo: Atón. Un solo monarca: el faraón, su profeta y vicario. Todos los hombres son iguales ante ambos omnipotentes.