lunes, 2 de abril de 2012

BATALLA DE QADESH

 
En la primavera de su quinto año de reinado, alrededor de 1284 a.C., Ramses II guió a su ejército africano hacia un enfrentamiento con la coalición asiática reunida por Muwatalli, el rey de Hatti (los hititas). La batalla debia librarse en la importante ciudad de Qadesh, que dominaba los valles del rio Orontes y la llanura de Beqaa, rutas principales a lo largo de los cuales fluia el comercio entre la costa mediterránea y Siria.

Qadesh se hallaba, además, en el límite más alejado de la influencia tanto egipcia como hitita, de modo que, durante sesenta años o más, en tiempos de Ajenatón, en Egipto, y Suppiluliuma I, en Hatti, habia sido la principal causa de conflicto entre las dos superpotencias de la época.
La batalla más antigua de la historia de la humanidad cuyo desarrollo puede reconstruirse al detalle gracias a los escritos de los muros del Templo de Amón en Karnak.
Los combatientes eran Ramsés II y el rey hitita Muwatallis, y lo que estaba en juego era el dominio de Siria.


El ejército egipcio enviado a la batalla estaba formado por cuatro divisiones, con un total de 20.000 hombres.
A la cabeza se encontraba la División Amón (dirigida por Ramsés) seguida a poca distancia por la División Ra, mientras que las divisiones Ptah y Seth se mantenian alejadas formando la retaguardia.
Una falsa información difundida por unos espias hechos prisioneros por Ramsés, indujo a pensar que el enemigo hitita se habia retirado, y Ramsés ordenó cruzar el Orontes ignorando que las tropas hititas se escondian tras la ciudad, con un total de 3.500 carros y una División de Infanteria compuesta por 8.000 hombres.



Ramsés alcanzó el lugar de reunión frente a Qadesh, y allí acampó ignorando que las fuerzas hititas comenzaban a desplegarse. Al acercarse la División Ra, sin sospechar el peligro, su flanco derecho, sufrió la carga devastadora de los carros hititas.






La División Ra, atacada por sorpresa, quedó rota y dispersa. Los supervivientes de la emboscada hitita huyeron hacia en Norte, en dirección al campamento egipcio con los carros egipcios pisándoles los talones.
La División Ptah, todavía estaba saliendo del bosque de Robaui, y cruzaba la orilla occidental del rio, demasiado lejos como para poder ayudar a la unidad atacada.


El campamento fue invadido y la División Amón sufrió grandes pérdidas. El faraón y su guardia lucharon fuertemente por salir al encuentro de la División Ptah que se acercaba por el Sureste.
Muwatallis, envió el completo de sus tropas de carros contra Ramsés, manteniendo a la Infanteria al otro lado del rio.
Mientras, por el Noroeste, se acercaban las fuerzas mercenarias de Amorreos enviadas por el visir egipcio.
Con su valiente, aunque arriesgada acción, el faraón ganó tiempo suficiente para que las fuerzas de choque amorreas y la División Ptah, llegaran al escenario destrozando los carros hititas.
Entretanto, la Infanteria de  Muwatallis, seguia sin intervenir siendo inútil cualquier aportación de ésta, en vista del ingente número de tropas egipcias.

Al final, ambos ejércitos sufrieron graves pérdidas. Ramsés II obtuvo la victoria moral pero la batalla quedó indecisa.
El equilibrio de fuerzas entre los dos paises hizo que ambos bandos comprendieran sus limitaciones, acabando en el acuerdo entre ambos imperios de no agresión, en lo que fue el primer Tratado de Paz de la historia del que se tiene constancia.

El Proyecto de Tratado, grabado en lengua acadia sobre una tableta de plata sellada por Hattusil III (sucesor de Muwatallis en el trono hitita) se mandó a Ramsés en su capital de Pi-Ramsés. El tratado, ligeramente retocado en Egipto y aprobado por Ramsés, fue devuelto a Hattus (capital del reino hitita). El ejemplar sellado por Hattusil III, dirigido a Ramsés II, en el que se compromete bajo juramento, fue depositado a los pies del dios Ra y su traducción egipcia se grabó en los muros del Templo de Amón en Karnak y del Ramesseum, el ejemplar que contenia el juramento de Ramsés, se depositó en Hattus, a los pies del dios Teshub, y transcrito en tablas de arcilla, se conservó en los archivos reales, donde fue hallado.